miércoles, 8 de febrero de 2017

LA IMPORTANCIA DEL JUEGO SIMBÓLICO EN 2-3 AÑOS.

El juego simbólico es una experiencia vital de la infancia que posibilita transformar, crear otros mundos, vivir otras vidas, jugar a ser otros, y así saber que existen formas de pensar y sentir diferentes a la propia, esencial en el desarrollo del niño.


En el aula, al menos hasta los seis años, el juego simbólico es probablemente el mayor instrumento de aprendizaje que existe. Y las escuelas son muy conscientes de ello.
Habitualmente, se organiza el aula en zonas o rincones. Se trata de espacios temáticos, por ejemplo: una cocina de juego con utensilios típicos para cocinar, alimentos; un rincón de cuentos, de tamaños y texturas diferentes;  otro rincón de coches...
Organizar la clase en zonas o rincones es una estrategia pedagógica que persigue el desarrollo de los distintos aprendizajes del niño en función de sus necesidades, y a la vez permite su integración. Se organizan pequeños grupos que juegan a la vez, con supervisión de sus maestros. 
Jugando interactúan entre sí, imitan a los adultos, se ponen en su lugar, y van construyendo sus propias narraciones simbólicas sobre la realidad social. Desarrollan la imaginación, la creatividad, que negocian con su pequeño grupo, a fin de crear una narración compartida. Se expresan e intercambian emociones, positivas y negativas. Se crea liderazgo, se aprende a tomar decisiones personales y en grupo. De este modo, la inteligencia emocional y la racional se van desarrollando con el sólo acto de jugar.

Después de un poco de teoría, hoy en el aula de las ardillas, en nuestro Rincón de Creación, observando a dos de mis niñas, no he podido resistirme y grabar un vídeo que expondré a continuación, sobre el juego simbólico, en el que simulaban ser, una  de ellas, una dependienta de un supermercado y la otra compraba cosas. GENIALES DE VERDAD.

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